En mi hotel y al lado de mi hotel

Carlos ZZ Zerpa



Solo como dato importante, quiero decirles que al lado de mi hotel, hay un restaurante CHINO, que se llama "ALADINO", que sirve COMIDA MEXICANA y lo atiende un PERUANO… Al entrar hay una gigantesca fotografía a todo color del TAJ MAHAL…

A la entrada de mi hotel hay una gran pecera con ocho gigantescos peces grises que apenas pueden nadar… Más bien están apretujados como si hubiesen comido levadura y se hubiesen hinchado, digamos que son demasiado grandes para un espacio tan pequeño, bueno, bueno… Ayer metieron en la pecera mil quinientos pececillos pequeñitos. NO, NO exagero, fueron mil quinientos diminutos peces "guppies" que hicieron que la gris pecera se llenara de tonos multicolores… Al ver este cardumen nadando me di cuenta que fácilmente serían presa de los grandes, por aquello de: "El pez grande se come al chico". Así se lo manifesté a la recepcionista y le dije alarmado:

—Oiga… esos peces grandes se van a comer a los chicos.

Como en verdad estaba sucediendo, ya que se los tragaban sin siquiera masticárselos.

Entonces ella me respondió:

—Claro, tienen que comérselos porque son su alimento. Cada tres días se los ponemos para que coman y por eso están tan grandes y hermosos.

La recepcionista siempre viste de negro con un corsé al estilo Madonna, la cantante pop, además siempre se está secando las lágrimas con su pañuelito… Aún no me entero por qué ella siempre llora.

Detrás de ella hay otro acuario, más bien un terrario en el que no se ve bien que hay desde aquí afuera… Le hice un comentario jocoso a la recepcionista:

—Oiga, señorita, ¿no le da miedo que las arañas se escapen, pues no tiene tapa esa pecera?

Y ella me contestó:

—No, no son arañas son escorpiones. —Y de inmediato me acercó la caja de vidrio y pude ver que tenía adentro dos enormes escorpiones negros del desierto de Sonora… Enormes, más grandes que mi mano, de este tamañote eran esos bichos…

Al retirarme a mi habitación pude constatar que tan solo quedaban unos seis pececitos de colores y que los grises se veían dichosos…

¿Será por esto que la recepcioncita llora?

Mañana de seguro se lo pregunto.



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